Orejitas era un osito muy pequeñito.
Mamá osa lo cuidaba con amor.
A Orejitas le gustaba la miel.
Papá oso llevaba a Orejitas
al bosque, y Orejitas conoció a
muchos animalitos simpáticos.
Se hizo amigo de todos ellos.
Pero un día, Orejitas se fue solo
al bosque, y corriendo y corriendo,
se perdió...
Pronto se hizo de noche, y Orejitas
se puso a llorar.
Salió doña Luna y le dijo:
-No te asustes, Orejitas.
A Orejitas le ayudaron 3 conejitos
con linternas.
Y muchas luciérnagas le alumbraron
también el caminito...
El osito Orejitas ya no tenía miedo.
Sus amiguitos del bosque
estaban con él.
Entre todos, lo llevaron de vuelta
a casa de mamá osa y papá oso,
que se pusieron muy contentos
de volver a verle.
Ahora, el osito Orejitas aprendió
la lección: no sería desobediente.
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Precioso el cuento que con tu permiso me llevo para contarselo a mis niñas, me gustaría invitarte a que leyeras este relato que está basado en vivencias reales de mi niñez y está convertido en cuento.
ResponderEliminarhttp://porlafamiliaporlavida.wordpress.com/2011/04/30/el-hada-matutina-2/
Hola Antonio muy lindo tu cuento.
ResponderEliminarGracias por compartirlo