El tiempo pasa tan rápido, que la vida
parece volar de forma vertigionosa.
Las distancias separan en cierto modo
nuestras emociones.
Mientras, los hijos crecen y "nos van haciendo mayores"...
Y los trabajos van y vienen,
en un rosario de circunstancias.
Con el tiempo, la pasión disminuye,
y vemos que los hombres que
imaginamos e idealizamos no se
corresponden con la realidad presente.
Entonces, el corazón se rompe en
mil pedazos de tristezas...
Los padres fallecen. Los amigos olvidan
fácilmente los favores que les hicimos.
Las profesiones tocan a su fin.
Más no está todo perdido... A "las
buenas amigas" las tenemos ahí...
No importa cuánto tiempo haya pasado
desde que nos vimos o nos llamamos
por última vez, ni cuánta distancia
física pueda existir.
Una verdadera amiga
nunca está demasiado lejos para
pedirle ayuda cuando la necesitas.
Piensa que en el particular camino
de tu vida, serán precisamente las
mujeres quienes estarán a tu alrededor
acompañándote, rezando por ti,
confiando en ti...
Y esperándote al final del camino
con los brazos abiertos.
Vosotras, las mujeres, sois una
bendición de la vida. Una manifestación
del Cielo en la Tierra...
El mundo no sería el mismo
sin las mujeres.
Cuando naciste como mujer,
ni imaginabas la maravillosa aventura que te esperaba... Ser mujer significa
Compromiso y Esperanza, pero también
dosis de Grandes Sacrificios.
El Compromiso de "dar vida"...
La Esperanza de que el amor
fluya siempre
(pese a las adversidades)...
Y los Grandes Sacrificios de tener
que estar siempre dispuesta ante
cualquier eventualidad como mujer, hija,
hermana, madre y esposa responsable...
Piensa que muchas mujeres
ya no podrán estar ahora a tu lado...
Partieron "hacia otro plano".
Recuérdalas con amor y admiración.
Y ahora, piensa en las mujeres
más cercanas a ti. Aquellas que te
lo dan todo a cambio de muy poco...
¡Tus amigas del alma!
Son las que forman parte real
de tu vida, de tu presente.
Aprovecha cualquier ocasión
para valorarlas como se merecen.
LA MUJER ES LA MEJOR OBRA
DE LA CREACIÓN DE DIOS...
POR ESO... ¡LA MUJER "ES DIVINA"!
Autor: Antonio Jesús Ballesteros Izquierdo
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