CUANDO CANTE EL GALLO
A LA MAÑANA
Cuando despunte el sol.
Cuando el cielo se ilumine
con ese azul
transparente y dorado,
que abraza y besa las
tempranas nubes de algodón...
Y me levantaré
pletórico de alegría,
pues es un día más
que Dios me concede
para poder apreciar la risa,
y también el llanto,
de los seres que me rodean.
Porque en este mundo
en el que cada día
nacemos y morimos,
aún nos quedan muchas
cosas buenas por hacer:
PERDONAR Y AMAR.
Autor: Antonio Jesús Ballesteros Izquierdo
© Todos los derechos reservados
Valencia (España).
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