Volcán de lava candente.
Sangre de fuego
en mis venas.
Noches que sólo tú llenas
con pasión incandescente.
Cuerpo encendido que gime
ante el ímpetu amoroso
de este placer ardoroso
por el cual ya me redimes.
Y entrelazados en versos,
entre rosas y jazmines,
te diré, que son mis fines,
tan nobles como tus besos.
Pues esa intensa mirada
y el palpitar en tu pecho,
te delatan ante el hecho
de saberte enamorada...
Autor: Antonio Jesús Ballesteros Izquierdo
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